“La educación no puede cambiar el mundo, pero puede cambiar a las personas que pueden cambiar el mundo.” Paulo Freire.

La educación debe considerarse el camino y no el objetivo. No podemos plantearla como una meta fija e inalterable en el tiempo sino como herramienta para la transformación y cambio.

En el Nivel Secundario hemos sido testigos a través de los años de cambios en los que los estudiantes han sido los verdaderos protagonistas del proceso de transformación de la educación mediante la aplicación de recursos, herramientas, y ambientes propicios para la reflexión, compromiso, respeto, y coparticipación de su propio proceso de aprendizaje. De este modo se podrán hacer preguntas y conectar las respuestas con sus propios intereses.

Esto solo se logra adaptando propuestas a los retos de los nuevos tiempos y a los cambios sociales y tecnológicos que se van produciendo, pensando en las habilidades que nuestros jóvenes necesitarán para adaptarse a ellos. 

Las estrategias apuntan a un trabajo colaborativo en el que el estudiante ocupa un rol protagónico en su propio proceso de aprendizaje.

Nuestra Escuela Secundaria ha acompañado en ese proceso a alumnos que egresaron de nuestra institución habiendo cumplido el trayecto educativo en las tres orientaciones: Humanidades y Ciencias Sociales, Arte con orientación en artes visuales, y Economía y Gestión de las organizaciones.

En nuestra propuesta educativa se trabaja activamente y colaborativamente en la continuidad de proyectos institucionales que se van arraigando a través de los años como identidad institucional. 

A partir de estos resultados la escuela se posiciona en un lugar protagónico especial. Nuestra responsabilidad como adultos responsables es como lo ha sido siempre la de contribuir en la formación integral fortaleciendo las actitudes y aptitudes ineludibles para fortalecer la sana convivencia, resignificando el trabajo de todos los actores de la comunidad educativa que permita reconocer a la escuela como el lugar adecuado para el desarrollo de la educación como práctica social y de encuentro intergeneracional, resignificando la figura del docente como agente responsable de formación de futuras generaciones orientando el aprendizaje en situaciones de educabilidad para todos y cada uno de los alumnos.

Es nuestro mejor premio el poder contar con la confianza de las familias de nuestra comunidad para llevar a cabo este ideario de escuela.